lunes, 13 de julio de 2009

Todavía en estos tiempos algunas personas, sobre todo empresarios, tienden a ver la comunicación en las organizaciones como un recurso para manejar noticias hacia el exterior, o como la realización de eventos, o cuando mucho como el manejo de la página web, pero difícilmente se le aprecia como lo que es: una estrategia vital que permite la existencia de la empresa. En palabras de Joan Costa, “la comunicación no es un lujo o una moda… es la estrategia y la gestión de los vínculos”.
Sí, las organizaciones de cualquier tamaño se relacionan con sus empleados, con sus proveedores, con sus clientes, con consumidores, etc. No importa el giro ni el tamaño, todas sostienen estas relaciones esenciales; todas necesitan mantener estos “lazos vitales” porque de otra manera no vivirían. Por lo tanto una empresa tiene valor ya no por sus activos tangibles, sino por su capacidad de establecer, acrecentar y gestionar estos vínculos y todo ello no se da sin la comunicación.
Personalmente pienso que cuando se entienda esta premisa tan sencilla y se admita la necesidad de cuidar y acrecentar esos vínculos, la comunicación en las organizaciones dejará de verse como un recurso menor o como un instrumento. Entonces tomará el lugar esencial que le corresponde en la empresa: el de núcleo que sostiene la vida empresarial; una actividad transversal a las organizaciones que por supuesto, no se limita a los mensajes, sino a las acciones y los actos.
Ojalá que mis alumnos logren ver esa diferencia. Para mi eso es mi mejor pago!

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